Con un trabajo inspirado en los grandes próceres rockeros y en el glam británico, Fruto Prohibido realizó un valioso aporte al circuito en vivo de la segunda mitad de los años noventa, con presentaciones continuas y enérgicas, y con una colección de canciones propias que quedó plasmada en tres álbumes «Fruto Prohibido» (1998), «En el Camino» (2000) y «Sin Tocar» (2003). Su legado está hoy vivo en las muchas iniciativas musicales que animan varios de sus ex integrantes en otras bandas.
Fruto Prohibido (1998)
En el Camino (2000)
Sin Tocar (2003)